Para mi Princesa Guerrera, Milagro Nicolle
Querida hijita, antes de iniciar esta carta debo pedirte disculpas,
porque cuando supe que llegabas me llene de sentimientos encontrados, dudas,
miedos pero también debo reconocer que me daba emoción y alegría, el saber que
ya eras parte de mí.
Conforme avanzaba mi embarazo aceptaba más tu llegada, más de un susto
nos dieron los médicos a tu papi y a mí cuando nos decían que no estabas bien,
a pesar de lo mal que me sentía casi a diario, sabía que había un ser pequeñito
que dependía de mi para vivir en un mundo oscuro, como me imagino debe ser el interior de mi vientre. Para que
no te asustaras te cantaba canciones, recuerdo cuando iba a trabajar por
ejemplo y subía al bus te iba hablando para no contagiarte el miedo que sentía.
Lo poco que se me antojaba lo disfrutaba, porque sabía que tú lo
pedias, poco me importo perder mi delgadez, mi vientre día a día crecía y era
más fuerte sentir tus movimientos, eran como calambritos en mi barriga, el
sueño que me daba era insoportable. Pero la fuerza que me emitías me hacía
vencer todo obstáculo.
Tenía planes contigo uno de ellos, era llevarte a la playa, soñaba con salir
juntas, que jamás serias un impedimento
para hacer mi vida mientras seas bebe, alucinaba con prepararte tus ricas
papillas, me sentía orgullosa cuando tu papi hablaba a mi barriga y tu hermana
te decía “Hola Pequeña”, cuantos planes tuve
para ti. Sabía que serias perfecta y así lo fuiste la más bella de las bebes
que he conocido.
Recuerdo el día que te conocí, vi a una bebe hermosa, frágil, pero muy
valiente y sobre todo fuerte, tu cuerpecito tan delgado, estaba rodeado de
agujas, pequeñita en ese momento, sentí desvanecer pero tu fuerza me contagio y
es ahí que juntas empezamos a conocernos, recuerdo el primer día que toque tus
piecitos, ¡que emoción!, o cuando
ingresaba a verte ya veía desde lejos mover tu piernecita derecha, el primer
día que abriste tus ojos llore pues sentí que me escuchaste, la primera vez que
te oír llorar salte de emoción, tus pucheros. Como olvidar a mi Princesa
Guerrera.
Recuerdo nuestras conversaciones, te conté más de una historia, te
cante más de una canción, me pregunto ¿Por qué, nos pasó esto?
Hoy que hubieras cumplido un año
de vida, lloro al lado de tu casita esta que te guardara por siempre, no me
imagino los años que vendrán, el dolor de no tenerte jamás se ira, mi amor por
ti siempre estará, solo la fe me mantiene viva pues sé que tu estas al lado de
Dios, en cada niña siempre buscare tu rostro y como hubieras sido, solo pido
fuerzas, cambiaste mi vida y ¿sabes?, contigo volví a ser mamá, cuando creía
que era imposible, eres mi Milagro y como tal siempre estarás en mí, hoy te
extraño más que ayer y te amo con el inmenso amor de una madre a su hija, mi
tranquilidad es saber que el día que acabe mi misión en esta tierra cerrare los
ojos y estoy segura que te volveré a ver y quizás tenga la dicha de oírte decir
MAMÁ.
Te amo mi pequeñita y un Feliz Cumpleaños
en el cielo.
23 de octubre del 2013
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