Aprender de la vida.


Siempre estuve indagando el ¿porque me había pasado tantas cosas en la vida?, hoy, mi respuesta es simple: “gracias Dios”, por que gracias a tantas experiencias vividas, cada día encuentro al verdadero ser humano que soy, quizás con tropiezos, con errores, pero aquí estoy contando mis historias, para que de alguna manera pueda llegar a ti.
La otra noche estuve reunida con 3 amigas, todas de mi misma edad, pero cada una con una historia distinta, platicamos de todo y llegamos a la conclusión que Dios entró en nuestras vidas, ahora buscamos ver la vida llena de alegría y cada mañana un despertar diferente, eso a mí en particular, me pareció lo más lindo de esa noche.
Se sabe de muchas historias, como por ejemplo las de amor, siempre me he preguntado, ¿que pasa cuando no resulta la relación?, ¿que pasa cuando a sabiendas nos involucramos con parejas que no son libres?, ¿que pasa cuando el amor nos ciega y no nos permite ver lo que otros ven?
Siempre escuche decir “ Los hombres son malos”, (sin ofender al que se identifique), sin embargo, se debe ser equitativo y responsabilizar a las mujeres de hacer sufrir a sus parejas en algunos casos, la verdad señores, es que no es el genero, quien puede destruir una relación, las parejas funcionamos de dos para ser uno solo, cuando hay niños de por medio y los matrimonios escapan de la tolerancia y se empiezan agredir sin darse cuenta de los hijos pequeños, quienes presencia las discusiones ellos resultan ser detectives, ya que escuchan, oyen y memorizan todo lo que ven, (lo cual en un futuro puede traer traumas o quizás consecuencias graves en su próxima vida sentimental), por ello, es mejor pensar bien las cosas y analizar si se debe continuar o no, y jamás dejarse guiar “por el que dirán”, aparentando ser una familia feliz, cuando no lo son.
Estas realidades de la vida, tan solo son las del lado sentimental, porque también existen historias laborales, de salud, de educación, de la vida misma que día a día escuchamos y aprendemos.
Por ello puedo concluir diciendo, que depende de cada uno amarse y respetarse, a veces es difícil tomar grandes decisiones; pero es mejor poner pausa para no dañarnos ni dañar a nuestros seres queridos, recordemos que si no nos amamos, siempre responsabilizaremos al otro de lo que nos pasa, debemos reaccionar para luego ver que existe un despertar hermoso lleno de gracia y sabiduría.
De esas experiencias rescatemos nuestras equivocaciones para que en una próxima no se vuelvan a repetir, sea quien sea, quien haya sido el culpable, lo mejor es aprender a perdonarnos a nosotros mismos y empezar amarnos, no vale sufrir por alguien que es ingrato a nosotros, Dios nos depara muchas cosas buenas siempre y cuando lo encontremos, mira el mañana agradece el despertar y piensa cada día que: “Hoy será mejor que ayer”.

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